¿Por qué a algunos les gusta el BDSM?

Desde hace algunos años el BDSM ha ido escalando dentro de las prácticas sexuales más adoptadas por las parejas. Como resultado a que ha dejado de verse como un acto enfermizo, sino como algo natural que invita a sus practicantes a explorar su sexualidad profundamente.

Sin embargo, los tabúes siguen estando presente en la mente de la mayoría, por lo que aún son pocos los que hablan abiertamente sobre el BDSM. Esto se debe a que sienten temor a que los cataloguen como enfermos mentales o depravación.

Pero aquí es importante hacer un paréntesis enorme y destacar que ninguna práctica relacionada al BDSM tiene nada de perversión. Todo en ella está lleno de beneficios y es aquí donde se afianza el hecho de que guste tanto.

Así que si eres de los que desean explorar a profundidad tu sexualidad a través de BDSM y quieres saber por qué a tantos les gusta, no dejes de leer lo que te presentamos a continuación.

profundidad tu sexualidad a través de BDSM

1. El BDSM ayuda a mejorar la comunicación de la pareja

Bien es sabido que dentro del BDSM se emplean palabras de seguridad en caso de que el acto se torne más intenso de lo esperado. Ciertamente, se refiere a un tipo de comunicación que nada tienen que ver con la cotidiana.

Es decir, todo practicante se abre al otro rodeado de un ambiente previamente preparado y consensuado. Llegar a este punto, implica que la pareja ha alcanzado un nivel de confianza profundo, hay respeto y entrega.

Por lo tanto, se abren a la comunicación no verbal y dejan que el deseo los guíe en su camino a explorar su propia intimidad. Dando como resultado, un mejor desenvolvimiento comunicativo en pareja y en cualquier entorno.

2. Mejora la intimidad en todos los sentidos

Si hay confianza, hay confianza y por ende, la intimidad siempre será mejor. Esta afirmación se puede realizar, dado al grado de complicidad que adquiere la pareja que practica abiertamente el BDSM.

Cuando hablamos de complicidad, se puede creer que se puede conseguir también dentro del sexo convencional. Pero, de acuerdo con datos científicos, solo el sexo extremo es capaz de motivar tanta confianza en otro, a tal punto de dejarse atar y dominar.

Esto da como resultado, que el organismo produzca menos cortisona y por ende, hay menos estrés y la pareja se vuelve más afectiva. En síntesis, prestan mayor atención a los detalles.

3. Los practicantes del BDSM son fieles

Por lo general, ningún practicante del BDSM inicia con su pareja por prejuicios. Posiblemente tuvo una experiencia en el pasado con una conocida o decidió buscar a una puta Vitoria para hacer realidad su fantasía.

Lo importante es que quiere convertir el BDSM en algo habitual e introducirlo esta práctica sexual en la relación. Pero ¿de qué servirá esto? Pues ya sabemos lo beneficioso que es para la comunicación y la confianza, y también fomentan la fidelidad en la pareja.

Así es, una pareja que vive todas las experiencias sexuales como uno solo, difícilmente tiene la necesidad de buscar a otra persona.

4. Garantiza el equilibrio emocional y mental

El BDSM es en toda su esencia un juego sexual que, por mucho, aviva el instinto más primitivo en las personas. No importa el rol de la mujer o del hombre, sino lo que el placer que se desea alcanzar con la pareja.

Es así, como a mediados de 1980 esta práctica dejó de considerarse un trastorno mental. Por tanto, desde entonces es considerado un acto sexual que fomenta el equilibrio emocional y mental. Definiendo así, como un acto amoroso en donde el intercambio es lo más importante.

En este sentido, cada practicante llega a ganar más seguridad, es menos neurótico y se abre con mayor facilidad a otros puntos de vista. Del mismo modo, manejan con mayor conciencia diferentes situaciones, se sienten más libres y, por ende, gozan de mejor salud mental.

5. El BDSM ayuda a reducir los niveles de estrés

BDSM ayuda a reducir los niveles de estrés

 El sexo extremo causa efectos diferentes entre los practicantes. Pero en ambos casos, la sensación que predomina es la disminución del estrés. Por ejemplo, el que actúa como dominante se ve envuelto en un cambio químico a nivel orgánico.

Es decir, las glándulas suprarrenales disminuyen los niveles de producción de cortisol. Este último, conocido como la hormona del estrés. Por ende, se contrarrestan los estados de estrés y se da una transformación total, que se traduce en placer y paz.

En cambio, para el participante sumiso la transformación química es opuesta. Ya que se eleva la producción de cortisol durante las primeras etapas del BDSM o bien del juego erótico del dolor. Una vez que esta fase ha concluido, los niveles de la hormona disminuyen considerablemente.

Dando como resultado, un efecto de alivio y tranquilidad que resulta muy excitante. Algo muy similar al tener una pesadilla de la cual no se puede despertar y que finalmente, termina ocasionando una sensación de paz profunda al llegar a un lugar seguro.

6. Ningún practicante de BDSM sufre de ansiedad

El dolor es solo una pequeña parte de lo que las prácticas BDSM representan. Justamente aquí y bajo esa sensación es que surge una gran sensación de libertad y placer. Por difícil que parezca, de acuerdo con estudios científicos, la experiencia en sí tiene la capacidad de eliminar la ansiedad.

Todo esto, gracias a que el cerebro comienza a segregar una serie de sustancias en los participantes, que los hace sentir plenos. Incluso, el BDSM se ha comparado con actividades deportivas como el golf, la natación y el yoga, en vista a la similitud de sus efectos en el organismo.

Claro está, el resultado final se debe al nivel de concentración y la atención que tengan los participantes durante el acto sexual. Aunado a los lazos que han construido a partir de la comunicación y la confianza.

En síntesis, cuando el cuerpo siente dolor se hace más presente en lo físico y reacciona según su nivel. Llegando a generar un alivio y bienestar intenso eliminando cualquier rastro de ansiedad.