El drama de las putas ante el Covid 19

El drama de las putas ante el Covid 19

El día 17 de marzo las putas ya empezaron a dar la voz de alarma sobre su situación: sin ningún tipo de ingresos, su situación es muy delicada. Además, dentro de las medidas de ayuda decretadas por el gobierno, ninguna contempla la asistencia a este colectivo.

Diversas asociaciones de prostitutas han emitido diversos comunicados explicando su dramática situación.

 

Es por ello, que desde varias redes sociales y foros algunas putas están pidiendo ayuda económica mediante un “fondo de emergencia” a sus (ex) clientes. Uno de estos llamamientos ha conseguido recaudar más de 13.000 € en sólo una semana. Los clientes casados buscan las maneras más discretas para poder hacer una transferencia sin levantar sospechas: la tarjeta prepago es una de las modalidades preferidas.

 

 

Parón obligatorio

 

La gran mayoría han tenido que parar de trabajar de un día a otro, así que la resignación está siendo la mejor aliada. De todos modos, las putas que están dadas de alta como autónomas están muy pendientes de las nuevas medidas adoptadas por el gobierno español para paliar el daño económico producido por el Covid 19. “Las indemnizaciones no nos alcanzarán ni para pagar el alquiler de los pisos, así que no sabemos qué vamos a hacer”, dice Sandra, una puta de Barcelona que ha visto descender sus ingresos de un día para otro, y asegura “no puedo aguantar sin cobrar más allá de un mes, todavía no he hablado con el dueño del piso, ni sé qué decirle, tengo un hijo de 5 años y él es  mi principal preocupación ahora, tengo que conseguir ingresos”. 

Las que peor lo están pasando son las putas que trabajan en Clubs, ya que el cierre de los mismos por el Covid 19 está siendo vigilado por la policía. Las putas que trabajan en su domicilio o en pisos tienen más opciones para trabajar.

 

 

Facturar como sea

 

La necesidad no entiende de confinamientos, así que hay putas que siguen trabajando y anunciándose en las páginas de contactos, asegurando en sus anuncios “no estar infectadas de Covid 19”. Si la fe mueve montañas, podríamos decir que el sexo “mueve confinamientos”.

 

Los puteros están desesperados y no es para menos. Los que tienen perro se han convertido en una suerte de afortunados que pueden hacer visitas rápidas a su puta. La gran mayoría de putas que siguen trabajando a escondidas se han confinado en casa, y les trae la comida alguien de confianza en un intento de garantizar su salud y poder seguir trabajando a escondidas.

 

Parece evidente que la situación va para largo, y que hay muchos hombres añorando a su puta. Anuncios como este, en el que un cliente busca a una puta para pajearse a distancia es, cuando menos, surrealista.

 

De todos modos, el sexo por web cam se está convirtiendo en una de las opciones elegidas por las putas para poder ganar algo de dinero, una forma de sexo que muchos no contemplaban pero que se ha convertido en la opción más segura.